Hablando de Métodos...
Hoy quiero interpretar según lo que he visto (según mi realidad)
cuál es el método curricular que sigue nuestra profesora Almudena para impartir
clases de Didáctica.
Aunque lo tuviera claro desde que se planteó la pregunta, Almudena
siempre nos recomienda que vayamos descartando modelos uno a uno así que he
empezado leyéndolos, analizándolos y descartándolos.
Descarto totalmente el modelo academicista porque nuestra asignatura
no se centra solo en el SABER, sino que aparte de las clases magistrales,
utilizamos otra serie de recursos didácticos, entre ellos este Blog. La
evaluación no es una reproducción de los contenidos de memoria sino que
consiste en un fluyo ininterrumpido de información que aprendemos durante todo
el año y transmitimos a través de los Blog y las actividades de las Enseñanzas
Prácticas. Los recursos, aunque se den con apoyo tecnológico, no dependen solo
del conocimiento que nos imparte el formador, sino de la propia visión que
deberíamos tener sobre cualquier realidad. Este queda descartado.
Luego viene el modelo conductista, que también elimino porque este
se centra en educar y reducar conductas, cosa que se podría realizar con mayor
éxito en otro contexto con personas que lo necesiten para mejorar su vida.
Nosotros, los discentes, no somos homogéneos ni tenemos características ni
expectativas iguales. Cada discente venimos de un contexto distinto, tenemos
edades diferentes y objetivos varios. El aprendizaje no es reprogramado porque
la metodología de la asignatura no consiste en el empleo de recursos para
llegar a una respuesta adecuada. Cada respuesta varía en función de cada
discente porque cada persona ve la realidad de una manera diferente, y Almudena
hace constancia de ello cuando dice que no hay verdades absolutas. El objetivo
no es cambiar una conducta, sino interiorizar qué es la Didáctica para cada uno
de nosotros y que de que forma la utilizaríamos como futuros profesionales. La
evaluación no se centra en el control, se centra en el aprendizaje que cada uno
de nosotros hemos adquirido y mostrado a través de este Blog. El formador no
estimula a través de refuerzos o castigos, sino de motivaciones. ¡Uno menos!
A continuación, uno de los dos pilares que a mi parecer conforman
el modelo de Almudena: El modelo Humanista. Se dan todos los elementos del currículo
propios de este modelo: grupos destinatarios, objetivos, contenidos, metodología,
recursos, evaluación y formador. Los grupos destinatarios no son el eje
curricular, pero si un conjunto de individuos con un tratamiento personal e
individual. Coincido en que es difícil hablar de igualdad si no le ponemos el
apellido ‘’de oportunidades’’. Cada discente tenemos un trato individual, en
función de nuestro trabajo tanto en el Blog, como en la participación en clase.
Los objetivos se centran en el desarrollo de valores y actitudes
personales. Los contenidos, aparte de tener un cierto grado informativo (SABER)
también se centran en el SABER HACER. La metodología se centra en dinámicas de
grupo donde existe una comunicación bidireccional, es decir, comunicación de
entre el docente y el discente, y un alto aporte de autoestima y motivación
para preparar al alumnado a trabajar fuera del aula (en nuestro caso con el
Blog). Entre los recursos están los elaborados por los educandos. El formador
se centra en dinámicas que motiven y es un buen comunicador para mantener esa
atención y motivación.
Ahora analizamos el modelo cognitivista o también llamado constructivismo.
Este se centra exclusivamente en los procesos mentales y en el desarrollo
psicológico propio de cada edad. Sería muy difícil aplicar este método por la
variedad de edades que nos encontramos en los discentes. Los grupos
destinatarios, por tanto, no corresponderían con los discentes de nuestra clase
de primero de Didáctica. Debido a esto, sería complicado conseguir los
objetivos y los contenidos deberían ser diferentes para cada grupo de edad. La
metodología tampoco concuerda con nuestro caso ya que, en el modelo
cognitivista, los contenidos se reparten de los más sencillo a lo complejo. En
nuestra clase, Almudena nos puso un contenido bastante difícil en los primeros
días de clase, con el objetivo de mantenernos motivados cuando nos encontráramos
con cosas más sencillas.
Por último, y como segundo pilar del modelo de Almudena, el
Sociocrítico. Debido a la importancia que tiene la realidad presente y los
continuos cambios sociales es necesario que exista esa preocupación por la
realidad. Es necesario ese espíritu de concienciación que, junto con la mirada
crítica, debe imperar en la adquisición de los conocimientos. El formador nos
presenta el entorno como punto de mira de la transformación. Se desarrolla una metodología
grupal donde la comunicación es multidireccional, es decir, los discentes se
comunican entre ellos, dando lugar a debates. Este quizás sería el gran modelo
de la asignatura de Didáctica para la Educación Social, concretamente en
nuestra carrera universitaria. Considero que se encuentra en contacto con el
modelo Humanista porque los elementos del currículo se van complementando,
aunque el límite entre uno y otro esté difuso.
Mayte, me quito el sombrero ante este análisis. Lo importante no es si es correcto o no, porque ni yo misma tengo claro cual es el modelo que uso..., lo importante es como analizas cada movimiento y como justificas tus argumentos. Me quedo tranquila porque creo que esta parte de la asignatura tu ya la has interiorizado. Muy buen trabajo con esta entrada.
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