Hermano Mayor, coach de Cuatro.
Hoy vamos a analizar el programa terapéutico de Hermano Mayor emitido en la cadena televisiva Cuatro.
Pedro Garcia Aguada es el waterpolista marcado por una etapa negra de adicción a las drogas que intenta resocializar a jóvenes con sus familias en cada programa. Estos, emitidos los viernes a las 21:30, muestran a jóvenes con problemas de ira, ataques de violencia, falta de expresión y mucho rencor guardado a sus familiares, muchas veces causado por las denuncias que lo llevaron a centros de menores. Garcia Aguada interviene para mediar entre estas familias y enseñarles una serie de valores que han perdido.Se centra sobre todo en el trabajo con los jóvenes, más que con el de la familia, ya que el waterpolista puede ser un ejemplo de las consecuencias de consumir drogas, acto que está presente en la mayoría de los jóvenes que se tratan. Visto desde la Educación Social, García Aguado realiza las competencias de un Educador Social con el fin de transmitir unos contenidos educativos para mejorar la convivencia de los jóvenes con sus familias y desechar en la medida de lo posible el dolor del pasado que tienen tanto unos como otros. Por lo general, vemos a jóvenes que tienen problemas con las drogas, una gran falta de afecto y un dolor que con el paso del tiempo ha evolucionado en rencor. Por el otro lado, vemos a familias desestructuradas que nunca han sabido poner limitaciones en forma de normas, y esto ha provocado que sus hijos/ nietos crean que tienen el poder de manejarlo todo a su antojo, recurriendo incluso a la violencia física y psicológica constante. Entonces la convivencia se convierte en un verdadero infierno donde los padres o uno de ello no tienen el control de lo que ocurre dentro de la casa ni fuera de ella; por ello tiene que recurrir a denunciar a sus propios hijos o nietos, con las consecuencias negativas que conlleva para cada bando. Digo bando porque no forman nada en común, solo viven bajo el mismo techo pero enfrentados como si de dos bandos se tratase.
Cada programa corresponde con un proyecto educativo con sus correspondientes etapas del curriculum: Diagnóstico, Planificación, Aplicación y Evaluación.
En la fase de diagnóstico, García Aguado y su equipo profesional (psicológa, terapeuta...) se encargan de realizar un estudio de contexto, viendo un serie de necesidades educativas sobre todo en términos de valores y conductuales. Concretamente, se graba todo lo que ocurre en la casa y se estudian los conflictos que aparecen y las necesidades de cada familiar dentro de ella. Uno de los modelos educativos que se utiliza, por tanto, es muy conductista porque utiliza una serie de castigos y premios como veremos posteriormente. Estas necesidades son de carácter percibido y manifestado, ya que se encuentran visiblemente gracias a los conflictos que se producen en la casa. Una vez analizado el contexto y encontrado esas necesidades, se pasa a la fase de Planificación. A partir de aquí se establecen los contenidos que tendrán como fin conseguir los objetivos que se propongan en términos conductuales y axiológicos. Cuando se establece la metodología, hay que tener en cuenta las características de cada individuo y sobre todo que necesitan para lograr salir de esa espiral destructiva. Cuando están bien definido los pasos a seguir, se produce la aplicación del proyecto educativo, fase que corresponde con la parte principal del programa televisivo. García Aguado se encargo de esto, transmitiendo valores tanto a los familiares como al joven con necesidades. Se encarga de mediar entre familia y joven para terminar con la tensión y el dolor de ambas partes. Esto lo hace mediante la formación de los familiares para que aprendan a establecer mecanismos de disciplina con el fin de remodelar las conductas. Los contenidos se establecen a partir de la disciplina y de una serie de actividades que el joven debe llevar a cabo por su propia voluntad ya que, en teoría, quieren cambiar su conducta. Un ejemplo de actividad sería una charla con alguien que ha sido drogodependiente y le explica las consecuencias. Se utilizan diferentes métodos para eliminar y controlar la ira que sienten estos jóvenes por diversos motivos. Una vez realizadas las terapias individuales y conjuntas (con la familia) se procede a la evaluación aunque esta se produce del joven hacia él mismo, es decir, una autoevaluaciónn de su evolución. Para ello, le ponen una serie de grabaciones de su comportamiento y este hablar sobre como se siente ahora y que cree que ha cambiado. La evaluación por parte de los profesionales no es visible para los espectadores pero supongo, o más bien espero, que se realice.
Cabe decir que este programa, como casi todos en la televisión, esta muy guionizado porque vemos muchos aspectos preparados, sino todos. Aún así considero que es un buen ejemplo de una realidad que existe y que debe de ser tratada no por los programas sensasionalistas, sino por los profesionales que requiere dicho asunto tan complicado de abordar y tan importante a la vez.
Personalmente, este programa me llama mucho la atención, aunque sea consciente de que no es tan real como parece. Con todas las aptitudes que he ido desarrollando conforme lo avanzado en esta asignatura y en las demás, he comprendido que estos jóvenes que parecen casos perdidos son solo victimas de su situación y de lo que han vivido desde pequeños en sus casas. He adoptado una actitud más critica sobre sus familias, sin hacer juicios de valor, pero considerando que estas no son los verdugos, pero tampoco las únicas víctimas. El comportamiento de dichos jóvenes con problemas conductuales no es excusable pero sí susceptibles a la comprensión, ya que tienen un pasado marcado por experiencias desagradables, de las cuales a nadie nos gustaría ser protagonista.
Para argumentar mi punto de vista, os dejo con este vídeo que explica un poco la siguiente temporada:

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